Desde 1907
El origen del Hostal se remonta a 1907, cuando se construye la primera edificación, bautizada como Villa Teresita, con el fin de dar alojamiento a los primeros arqueólogos que, dirigidos por Puig i Cadafalch, emprendieron los trabajos de excavación y recuperación de los restos del yacimiento greco-romano de Empúries.
Desde entonces, el Hostal se convirtió en un referente como precursor del turismo en la zona, antes incluso de ser acuñada con el término de Costa Brava.
En la actualidad, se siguen excavando las ruinas de Empúries, situadasa escasos 300 metros del Hostal, un patrimonio de incalculable valor testimonio de la convivencia de las culturas griega y romana. Su origen se remonta al siglo V aC, cuando los griegos trasladaron Emporion (centro de compras en latín) de Sant Martí d’Empúries a la localización actual de las excavaciones. Emporion se convirtió rápidamente en uno de los puertos comerciales más importantes del mediterráneo.
Durante la segunda guerra Púnica, (s. III aC), Emporion pasó a formar parte del Imperio Romano y cambió su nombre a Emporiae. Ése fue el comienzo de la romanización de la Península ibérica. Con el fin de entretener a los residentes se construyó un anfiteatro y un gimnasio, así como comercios y tabernas agrupadas alrededor del foro.
En el siglo III dC Empúries perdió su importancia y la ciudad quedó abandonada. Fue durante el siglo XVII cuando L’Escala fue ganando importancia, y muchas piedras griegas y romanas de Emporion / Emporiae sirvieron como material de construcción.
Además de poder admirar la belleza natural del entorno, un completo recorrido paseando entre las murallas, casas, templos, baños, el foro, el anfiteatro y los mercados aporta una interesante experiencia de un valor histórico incalculable.
El hostal en la actualidad
Desde esa primera construcción de 1907, el Hostal ha evolucionado y en los últimos años se han llevado a cabo reformas de mejora y ampliación que han permitido que en la actualidad el Hostal Empuries desarrolle su actividad durante todo el año, apostando por las tecnologías más avanzadas para garantizar el máximo confort de sus huéspedes sin renunciar a la sostenibilidad.
El edificio histórico cuenta con 34 habitaciones llenas de encanto, reformadas y decoradas con gusto por la sencillez, que transmiten y hacen revivir el espíritu legendario y entrañable del pasado. Delante del jardín Spa se encuentran 20 habitaciones espaciosas y modernas construidas con materiales sostenibles.
El hostal mantiene el espíritu de sus orígenes con nuevos interiores cálidos y acogedores a la vez que prácticos y funcionales. El blanco, el gris y los tonos tostados combinan con el azul del cielo y del mar que entra por las ventanas. Todos los materiales escogidos responden a valores como la sostenibilidad y la solidaridad.
En las habitaciones, los suelos, las paredes de las duchas y de los baños se han revestido con mosaicos hidráulicos como los de hace años. Trabajando con materiales como los de antes se preserva la esencia de un hotel de playa pero con el confort de unas instalaciones actualizadas.